martes, 13 de octubre de 2009

La aventura de ser Maestro



LA AVENTURA DE SER MAESTRO
Quiero comentarte que me inicie en primaria, después di clase de matemáticas (algebra) a 2 grupos, esto sucedió en el año de 1968, mi primera experiencia marcó definitivamente mi vocación, ya que en esa época en la Ciudad de Mérida solo existían 3 secundarias estatales (La “Eduardo Urzaiz R”, la “Agustín Vadillo C” y la “Adolfo Cisneros C”) por tal motivo los grupos eran extremadamente numerosos aprox. 100 alumnos por aula, un servidor con escasos 19 años tenía que hacer maravillas para enseñar y para controlar al grupo, que tiempos aquellos.
Esteban (mi Tutor Modulo I) que buena practica esta de ir recordando nuestra esencia de ser Maestros, si cada uno de nosotros hubiera puesto interés de escribir lo que iba viviendo como maestro, tendríamos a la mano un mundo de consejos de cómo hacerle mejor para que los alumnos aprendan, sería muy bueno, pero todavía así, aún teniendo estos concejos, el que quiera ser un verdadero Maestro tiene que forjarse en las aulas, haya donde hay alguien que necesita no solo conocimientos y técnicas, no, aquel, que necesita de una mano firme que lo guíe, de alguien a quien pueda contarle sus problemas, de alguien que lo escuche, es muy triste decirlo alguien que le demuestre interés, porque algunos han perdido la imagen paterna o tal vez la materna o las dos, necesitan afecto, amor, una palmada, alguien que los aliente.
Por cierto la lectura me hice ver un reflejo de mí, cuando impartí clase en el Cecyt 169 de Villahermosa Tabasco, que bonitos tiempos, solo pienso en que la labor del Maestro, también tiene un mucho de valentía para enfrentarse al reto de poder armar con instrumentos de valor suficientes a los jóvenes, que luchan para incorporarse al sector productivo o a continuar sus estudios.



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